Cáceres

Cuando pases por Cáceres, ve despacio por el casco antiguo. Es pequeño pero está repleto de la mayoría de los lugares populares. El camino entra por el Arco del Cristo (romano del siglo I), una de las pocas puertas que quedan de la muralla original. Justo cuesta arriba desde la puerta está la Casa/Museo de Arabe, que ofrece una visión de cómo era la vida de un musulmán rico en el siglo XII. La primera plaza a la que llegas es la Plaza de San Jorge, y la iglesia del extremo opuesto es la Iglesia de Preciosa Sangre. Se puede subir a la torre de la iglesia.

Desde la Plaza de San Jorge el camino se desvía hacia la derecha, pasando por una serie de plazas interconectadas hasta llegar a la Catedral de Santa María de Cáceres. Si no consigues entrar, al menos frota los dedos de los pies de la estatua de bronce que hay fuera. Pertenecen a San Pedro de Alcántara y el hecho de que estén tan brillantes es un testimonio de la creencia local de que frotarlos trae buena fortuna a tu vida amorosa.

En este punto, la Plaza Mayor (muchos restaurantes, y varias torres) está hacia el oeste y para llegar a ella sólo tienes que tomar el camino de la izquierda y atravesar el arco. El camino sigue un camino diferente, hacia la derecha, para hacer un amplio bucle alrededor del casco antiguo y poder pasar por la Iglesia de Santiago.